domingo, 7 de julio de 2013

Sesión de juego: Caos en el Viejo Mundo


Tarde de domingo aburrida, sin saber qué hacer, así que hago la llamada del ahorro y…..VENGADORES REUNIOS.

Raudos y veloces acabo teniendo en casa a tres friquis sudorosos para echar la partida de rigor. Como tenia cuerpo de algún juego de conquistas elijo el Caos en el Viejo Mundo que hacia eones que no veía mesa.

Slaanesh
Nurgle
Preparamos el tablero, colocamos las fichas y elegimos nuestros papeles en el devenir del Viejo Mundo. El primero en elegir rol es Fran, escogiendo al iracundo Khorne. Luego viene el turno de Johan, que pilla al flatulento y orondo Nurgle. Un servidor escoge a Tzeentch, porque puedo decir cosas molonas como Ojo de Agamotto y demás. Y al pobre Isra le dejamos al estúpido y erotico Slaanesh.

Después de mirarnos el manual para hacer memoria de cómo se jugaba, nos ponemos manos a la obra. La finalidad de este es sencilla, llegar a 50 puntos de victoria o conseguir que tu rueda de dios llegue a “Victoria”.
 
Tzeentch
Khorne
Durante el turno, se saca una carta de Viejo Mundo y se aplican los efectos. Después se roban cartas y empieza el turno de conquista de cada dios, seguido en este orden: Khorne, Nurgle, Tzeentch y Slaanesh. Después las batallas y finalmente se ponen fichas de corrupción. Si alguna región llega a doce fichas de corrupción, esta es desolada, por lo que no se podrá seguir conquistando ni dará puntos de victoria.

Cada jugador posee un mazo de cartas con el que poder fastidiar a los rivales o beneficiarse de sus efectos y otro con el que mejorar sus tropas. La gracia del juego está en que cada dios juega a algo distinto y por consiguiente hace avanzar su rueda de forma diferente a los demás.

Khorne avanza destruyendo unidades enemigas, Nurgle corrompiendo zonas populosas del mapa, Tzeentch poniendo corrupción en zonas con piedra bruja y cartas de magia y Slaanesh en zonas que contengan héroes y nobles.

Dandonos de palos por el Viejo Mundo
Después de unos turnos frenéticos en los que Khorne nos tomaba la delantera destruyendo unidades y avanzando que daba gusto en la rueda, hemos conseguido frenarle usando las cartas de Slaanesh y Tzeentch, al final nos habíamos centrado tanto en evitar que los demás no avanzasen en la rueda que Johan llevando a papi Nurgle ha alcanzado la victoria arrasando de golpe tres territorios. Una victoria sucia como solo Nurgle puede conseguir.

 Hemos reído, gritado, tirado dados y petado por todos lados. Y hemos llegado a la misma conclusión: nuestro grupo de juego sirve para romper amistades, ya sea jugando al parchís como jugando al teto. Pero al día siguiente volveremos a quedar para petar de nuevo.


La patata le enseña modales al bueno de Khorne


3 comentarios:

  1. Khorne volverá a desatar su furia en el Viejo Mundo, y esta vez nadie le hará sombra...

    MUAHAHAHAHAHA

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