Estrellas, sectarios y
tentáculos.
Se me ha ido la olla con la
reseña del mes pasado, así que aquí tenéis la de este curioso juego “derrite
cerebros”.
Lo primero que vemos nada más ver la caja es que el ilustrador es el
gran Goomi, creador de “La cripta del horror innombrable”, webcomic cuya
traducción podéis leer aquí http://criptadelhorrorinnombrable.blogspot.com.es/
Si eres fan de Lovecraft no puedes perdértelo, al igual que el de “El joven
Lovecraft”. Jartón de reír asegurado.
Pero a lo que íbamos. En “The
stars are right” tomaremos el papel de cultistas tratando de convocar a
criaturas de pesadilla, en nuestro tiempo libre. Para ello necesitamos que las
estrellas estén alineadas en la posición correcta. No todo va a ser sacrificar
vírgenes y beber sangre de pollo.
En el interior de la caja, dura
como el adamantium, encontraremos, además de aire, lo siguiente:
-79 cartas. 4 de ellas
denominadas “Pequeño libro del Mal”, que no dejan de ser ayudas del juego.
-25 piezas de cielo estrellado.
-Reglas en una bonita hoja
gigante, dobladita y con dibujos de Goomi para hacerlo todo más bonito.
PREPARACIÓN
La preparación de este juego es
simple. Primero hay que colocar las 25 losetas de cielo estrellado,
aleatoriamente en formación de 5X5. Cada jugador roba 5 cartas. Y empieza aquel
cuyo signo del zodiaco corresponda con la fecha en la que estemos. Ahora ya
podemos ir al turrón.
MECANICA
Pero a ver ¿Cómo diantres se gana
a esto? Muy fácil. El primero en llegar a 10 puntos gana la partida ¿Y cómo se
llega a 10 puntos? Invocando monstruos ¿Y cómo se invoca? Ya vamos, ya vamos.
Antes de entrar en cómo se juega,
explicaré los tres símbolos que pueden tener las cartas:
Push (flecha): con este símbolo
puedes desplazar un espacio cualquier
fila ya sea horizontal o vertical. La ficha que sale de la cuadricula es
colocada en el espacio que ha quedado libre.
Swap (dos flechas): con este
signo se pueden intercambiar de posición dos fichas siempre que sean adyacentes
entre sí.
Flip (flecha curva): cada loseta
te muestra en sus esquinas cual es el símbolo que tiene detrás. Con el flip
puedes darle la vuelta a la loseta para mostrar esa cara.
Ahora, sí que sí. La secuencia de
turno es tal que así:
1.
Invocación. Puedes jugar una carta de tu mano
para usar sus iconos de arriba a la izquierda.
2. Usar poderes. En este paso podemos usar las
habilidades de los monstruos invocados en turnos anteriores. Cada monstruo
tiene unos signos o habilidades en su parte inferior. Sus poderes pueden ir
desde cambiar un flip por dos, hasta aumentar tu mano o que un swap cuente como
dos push. Esto te da la posibilidad de si en el paso uno has bajado un monstruo
que te da dos push y tienes otro invocado que cambia un push por dos flips,
acabar teniendo un push y dos flips (uno de los push ha sido cambiado gracias
al poder del monstruo previamente invocado).
Se pueden
combinar distintos poderes para acabar teniendo la combinación que necesitemos
en ese momento. Pero cada monstruo solo puede usar su habilidad una vez.
3.
Cambiar el cielo nocturno. Ahora movemos las
losetas usando la combinación de símbolos que hayamos decidido utilizar.
4.
Invocación. Ahora ha llegado el momento de
invocar a uno de nuestros niños. Juega cualquier monstruo de tu mano cuya
constelación (indicada en la parte inferior) esté presente en el cielo
estrellado.
5.
Descartar una carta.
6.
Robar cartas hasta tener cinco (seis en caso de
tener invocado un Ghast).
Todos estos pasos, excepto el último,
son totalmente opcionales. No tienes por qué hacerlos, pero en caso de que si
lo hagas ha de ser siguiendo el orden en el que están puestos.
Cada criatura tiene un número
impreso. Estos son los puntos que te da el monstruo mientras lo tengas
invocado, el primero en llegar a 10 gana.
Hay una regla adicional para
cuando invocas a alguno de los cuatro Primigenios.
Como invocar a un Primigenio no
es nada fácil debido a la complejidad de su constelación, podemos ayudarnos de
sus seguidores para facilitar su invocación.
Además de las partes ya descritas
de las cartas, todas ellas tienen dos símbolos más (prometo que son los últimos).
Uno al lado de su nombre, que indica a que facción pertenece y otro a media
carta en la parte izquierda con uno de los dibujos de las losetas al que
llamaremos Bonus.
Si en el momento de invocar a un
Primigenio, en el paso 4, tenemos algún seguidor suyo (cuyo símbolo de facción concuerda
con el Primigenio) podremos usar su Bonus para que ignore ese símbolo de la constelación
del Primigenio. Podemos beneficiarnos de estos Bonus tres veces en el
mismo
turno. Cada “lesser servitor” que usemos para esto es descartado, mientras que
los “greater servitor” se mantienen en juego.
Mientras que podemos tener en
juego cualquier número de copias de cualquier servidor, con los Primigenios
esto no pasa. Solo podemos tener invocado un Hastur, un Chaugnar, un Cthulhoo y
un Tsatso en nuestro lado de juego. Si alguien intenta invocar un Primigenio
que ya estuviese jugado por sus rivales, le reduciría los Bonus en uno por cada
copia de ese Primigenio que hubiese en mesa.
CONCLUSIÓN
Cuando al principio de la reseña
catalogaba este juego de “derrite cerebros” no lo hacía a la ligera.
Los
jugadores se pasaran los turnos comiéndose la cabeza para intentar sacar la
dichosa combinación que necesitan para poder
invocar a este u otro monstruo.
Debido a la multitud de
variaciones en el cielo estrellado que se pueden dar en una sola ronda de juego,
es muy difícil, por no decir imposible, seguir una estrategia. Aun así, es muy gracioso
ver como tus rivales se desesperan para intentar combar con sus signos.
Personalmente el juego me ha
gustado mucho, sencillo en cuanto a reglas y complejo por lo variable que puede
ser una partida.
¡Qué las estrellas os sean
propicias!
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